LA FIGURA DEL TUTOR

El tutor o profesor es una de las figuras más importantes dentro de todo el proceso educativo ya que no solo es una referencia, sino que será el encargado de la docencia y de orientar a un grupo de alumnos, formará parte de un claustro de profesores, de un sistema educativo y llevará a cabo la organización y desarrollo del Plan de Acción Tutorial.

Algunos de los principios que desarrolla el papel del tutor en la escuela es entre otros muchos la transmisión de valores, orientación educativa, información común entre familia y niño, educación preventiva, desarrollo de la igualdad con el fin de desarrollar la personalidad del alumno, promover la igualdad, educar para la tolerancia, desarrollar el aprendizaje y sobre todo preparar al alumnado para el ejercicio de la ciudadanía. 

Voy a hablar de mi experiencia a lo largo de mi etapa educativa con mis tutores donde he tenido unos que realmente sentía que estaban enamorados de la enseñanza y otros que notaba que no habían nacido para ser profesores.
En mi primera etapa de infantil, tuve a una maestra llamada Marisol, todavía me acuerdo. No hubo día que no viniera con una sonrisa, siempre nos estaba enseñando cosas nuevas y se notaba que ella aprendía a la vez que nos enseñaba a nosotros. La recuerdo como si fuese mi profesora actual, ya no da clase claro, es mayor y está jubilada. Imagen relacionada
En la educación Primaria, no recuerdo el nombre de todos pero sí el de mi última tutora, María Jesús. Que gran profesora, siempre cumpliendo la labor de enseñarnos y no solo el temario de clase si no valores tan importantes como la empatía, generosidad y solidaridad entre los propios compañeros. 
El papel del tutor lo reflejo en ella, tenía siempre contacto con nuestros padres, se centraba en que todos pudiésemos aprender de la misma forma, y sobre todo adaptaba sus clases y el ritmo para que todos pudiéramos seguirlo. Tengo que decir bien alto que he recibido una educación impecable, sólida y de la cual me siento muy orgullosa. Y todo por ellos, por mis tutores y profesores a los que les ha faltado el tiempo siempre para prestarnos y darnos su atención de la mejor forma posible con una ilusión imborrable.
Ojalá y yo sea una profesora igual de grata y buena que ellos. No se si  lo haré bien o no , pero lo que sí tengo claro es que amo este trabajo, me encantan los niños y no hay cosa que me guste y me satisfaga más que saber que alguien está aprendiendo gracias a mí.
 Démosle al tutor la importancia que merece porque realmente es una pieza fundamental para la educación de todos nuestros hijos. 

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